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Variación Sociolingüística, Insultos y Actos de Habla



Cuando hablamos transmitimos información y hacemos cosas con las palabras. La forma en que decimos algo puede revelar nuestro origen, nivel educativo, grupo social o incluso nuestras intenciones en una conversación. Por ejemplo, alguien que dice "¿Qué onda, bro?" puede estar creando un ambiente informal y amigable, mientras que otra persona que dice "Buenas tardes, estimado colega." puede estar estableciendo un tono más serio y profesional.


Este tipo de diferencias en el uso del lenguaje se llama variación sociolingüística, y tiene un impacto importante en la comunicación. Sin embargo, muchas teorías filosóficas han tratado la lengua como si su único propósito fuera transmitir información de manera objetiva, dejando de lado estos aspectos sociales.


1. ¿Cómo se entiende tradicionalmente el lenguaje?


Durante mucho tiempo, se ha considerado que el lenguaje sirve principalmente para transmitir información. Esta visión se basa en la idea de que cuando hablamos, simplemente expresamos hechos y compartimos conocimientos.


Por ejemplo, si alguien dice:


  • "El agua hierve a 100 grados Celsius."


Estamos ante una afirmación objetiva que podemos verificar como verdadera o falsa. Este tipo de oraciones son el foco principal de muchas teorías filosóficas del lenguaje.

Pero, ¿qué pasa con frases como estas?:


  • "Ese tipo habla muy elegante."

  • "Oye, bájale al tonito."

  • "¡No me hables así!"


Aquí no solo se transmite información, sino que se realizan acciones sociales. En estos casos, el hablante está señalando normas de comportamiento, evaluando a otra persona o estableciendo límites en la conversación.


Este aspecto de la comunicación no puede explicarse solo en términos de verdad o falsedad. Aquí es donde entra en juego la teoría de los actos de habla, que ayuda a entender cómo usamos el lenguaje para influir en el mundo social.


2. ¿Qué es la variación sociolingüística?


Las personas no hablan exactamente igual en todas las situaciones. La variación sociolingüística ocurre cuando diferentes formas de hablar transmiten significados sociales, incluso cuando el mensaje es el mismo.


Ejemplos de variación sociolingüística:


  1. Diferencias en la pronunciación:

    • "Voy a estudiar."

    • "Vo’ a estudiá’." (Con eliminación de sonidos en algunos dialectos)


  2. Diferencias en la gramática:

    • "No vi a nadie en la calle."

    • "No vi nadie en la calle." (En algunos dialectos se omite la preposición "a")


  3. Diferencias en el vocabulario:

    • "Necesito ir al baño." (Neutro)

    • "Voy a hacer pipí." (Infantil)

    • "Voy a orinar." (Técnico o formal)

    • "Voy a mear." (Coloquial o vulgar)


Cada una de estas formas de hablar transmite una impresión diferente sobre el hablante.


  • Si un político usa expresiones muy informales en un discurso oficial, puede parecer poco serio.

  • Si alguien usa términos demasiado técnicos en una charla cotidiana, puede parecer distante o pedante.

  • Un niño pequeño que dice "Voy a orinar." en lugar de "Voy a hacer pipí." podría sonar extraño para su edad.


Así, elegir una forma de hablar en lugar de otra no es solo una cuestión de información; también es una manera de construir relaciones sociales y proyectar una identidad.


3. ¿Por qué se compara con los insultos y las palabras ofensivas?


Los insultos (también llamados slurs) son palabras que, además de su significado literal, transmiten juicios negativos sobre ciertas personas o grupos. Por ejemplo:


  • "Ese chico es muy listo." (Comentario neutral)

  • "Ese chico es un cerebrito." (Puede sonar burlón o sarcástico)

  • "Ese chico es un nerd." (Dependiendo del contexto, puede ser ofensivo o una identidad de grupo)


Las palabras ofensivas no solo describen, sino que también afectan la percepción de los oyentes. Algo similar ocurre con la variación sociolingüística: el uso de una forma u otra de hablar puede generar juicios sobre quién habla, aunque el contenido sea el mismo.


Si alguien dice:


  • "Estoy cansado." (Neutro)

  • "Toy cansao’." (Más relajado o coloquial)


Dependiendo del contexto, una persona podría pensar que el segundo hablante es más informal, menos educado o simplemente pertenece a un grupo con una manera distinta de expresarse.


Los filósofos han debatido durante mucho tiempo sobre cómo las palabras pueden hacer cosas además de transmitir información. Ahora se sabe que, al hablar, también construimos identidad, establecemos relaciones de poder y reforzamos normas sociales.


4. ¿Cómo entender la variación sociolingüística con la teoría de los actos de habla?


Para comprender mejor este fenómeno, se puede recurrir a la teoría de los actos de habla, que analiza el lenguaje como una herramienta para realizar acciones. Según esta teoría, cuando hablamos, no solo informamos, sino que también:


  • Asignamos roles sociales → Un profesor puede hablar con formalidad para marcar su autoridad, mientras que un estudiante puede usar un lenguaje más relajado para mostrar cercanía.

  • Creamos o rompemos lazos sociales → Usar el argot de un grupo puede ayudar a integrarse, pero si se usa de manera incorrecta, puede causar rechazo.

  • Expresamos emociones y actitudes → Decir "¡Qué bien!" con un tono sarcástico no comunica entusiasmo, sino burla.


Por ejemplo, en una reunión de trabajo, alguien que usa frases demasiado informales como "¿Qué onda, banda?" podría sonar poco profesional. En cambio, en una conversación entre amigos, si alguien habla con demasiada formalidad ("Estimados, ¿cómo han estado?"), podría parecer distante o fuera de lugar.


El lenguaje sirve para expresar lo que pensamos, posicionarnos en la sociedad y modificar la forma en que los demás nos perciben.


5. ¿Por qué esto es importante?


Entender la variación sociolingüística nos ayuda a ver que:


  1. No hay una única forma "correcta" de hablar. Cada comunidad tiene sus propias normas lingüísticas, y el lenguaje cambia con el contexto.

  2. La forma en que hablamos afecta nuestras oportunidades. En muchos casos, ciertos acentos o formas de hablar pueden ser percibidos como más prestigiosos o menos educados, lo que puede influir en el acceso a empleos o posiciones sociales.

  3. El lenguaje es una herramienta social poderosa. Elegir cómo hablar nos permite integrarnos en ciertos grupos, expresar nuestra identidad y transmitir actitudes más allá del significado literal de las palabras.


El lenguaje sirve para decir cosas y también para hacer cosas. Cada vez que hablamos, elegimos qué decir y cómo decirlo; y esa elección tiene un impacto en la forma en que nos relacionamos con los demás.


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