
Objetivo
Comprender las diferencias en los perfiles de salud mental entre hombres y mujeres, y analizar cómo el empleo contribuye a esas diferencias. Vamos a discutir un estudio que utiliza un enfoque de descomposición causal para estimar el impacto de las características del empleo en las disparidades de salud mental entre géneros.
La descomposición causal es una técnica usada en estadística y epidemiología para entender cómo diferentes factores contribuyen a un resultado determinado. El objetivo es dividir el efecto total de una variable (causa) sobre otra (resultado) en partes que muestran cuánto influyen los diferentes aspectos de esa causa en el resultado.
En la práctica, esto significa que, en lugar de simplemente observar la asociación entre dos factores (por ejemplo, empleo y salud mental), la descomposición causal intenta estimar cuánta de una diferencia o cambio se puede atribuir directamente a un factor específico y cuánto se debe a otros factores relacionados (llamados variables de confusión o mediadores).
Esta práctica es especialmente útil cuando se desea simular escenarios hipotéticos, como en el estudio que analizamos, donde se evalúa cómo cambiaría la salud mental de las mujeres si tuvieran las mismas condiciones laborales que los hombres. Con ello, es posible estimar de manera más precisa la contribución de una variable (empleo) a las diferencias observadas en otro resultado (salud mental).
En resumen, la descomposición causal ayuda a separar y comprender el impacto específico de cada factor en un resultado, permitiendo entender las relaciones de causa y efecto.
Introducción
Diferencias en la salud mental: Los hombres y las mujeres presentan manifestaciones diferentes de la salud mental. Las mujeres son más propensas a los trastornos del estado de ánimo y la ansiedad, mientras que los hombres tienden a presentar trastornos externos como el abuso de sustancias y trastornos de personalidad antisocial.
Multidimensionalidad de la salud mental: La salud mental va más allá de la ausencia de enfermedad, abarcando el bienestar, el estrés y la capacidad de "florecer" (bienestar óptimo y funcional).
Papel del empleo: El empleo es un determinante clave de la salud mental, y las diferencias históricas en los roles laborales de hombres y mujeres influyen en sus vidas profesionales y en su salud mental.
Metodología del Estudio
Población: Se estudiaron adultos en edad activa (25-64 años) en Canadá, utilizando la Encuesta de Salud Mental de la Comunidad Canadiense (CCHS-MH).
Perfiles de empleo y salud mental: Se crearon medidas para capturar el estado de empleo y la calidad del trabajo, así como perfiles de salud mental que incluían desde trastornos clínicos hasta el bienestar general.
Descomposición causal: Se utilizaron simulaciones para estimar cómo cambiarían las diferencias en los perfiles de salud mental entre hombres y mujeres si las mujeres tuvieran las mismas características laborales que los hombres.
Resultados
Diferencias entre los géneros
Las mujeres son más propensas a presentar trastornos del estado de ánimo clínicos.
Los hombres tienden a no presentar trastornos, pero también pueden no "florecer" (bienestar limitado).
Las mujeres que florecen reportan más estrés vital en comparación con los hombres.
Impacto del empleo
Cuando a las mujeres se les "asignaron" las características laborales de los hombres (mayor tasa de empleo y calidad), la diferencia en el riesgo de trastornos del estado de ánimo disminuyó.
Sin embargo, las diferencias en otros perfiles de salud mental (como el florecimiento con estrés) aumentaron.
Discusión
Empleo y salud mental: Un empleo de mayor calidad para las mujeres redujo algunas de las disparidades en salud mental, particularmente en los trastornos clínicos. No obstante, también aumentó el estrés y otras formas de malestar.
Contexto cultural: Estos hallazgos reflejan el paradoxo de la disminución de la felicidad femenina en culturas con mayor igualdad de género, como en América del Norte, donde el aumento de la participación femenina en el mercado laboral no ha eliminado las expectativas de roles tradicionales en el hogar, exacerbando el estrés.
Conclusión
El estudio muestra que el empleo contribuye a las diferencias de salud mental entre los géneros. La mejora en la calidad del empleo para las mujeres puede reducir las desigualdades en trastornos clínicos, pero también puede incrementar el estrés y otros aspectos del bienestar. Se necesitan más estudios longitudinales para entender mejor estos factores y cómo abordarlos en políticas de salud.
Preguntas para Discusión
¿Cómo influye el aumento de la participación femenina en el mercado laboral en la salud mental de las mujeres?
¿Qué intervenciones podrían ayudar a equilibrar las demandas laborales y las expectativas sociales sobre las mujeres?
¿Cómo podríamos estudiar mejor las intersecciones entre empleo, género y salud mental?
Fonte: Orchard, C., Lin, E., Rosella, L., & Smith, P. M. (2024). Using a causal decomposition approach to estimate the contribution of employment to differences in mental health profiles between men and women. SSM - Population Health, 10(2), 150-160.
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